miércoles, 4 de mayo de 2016

HACIENDA LA ELVIRA.

POR- BR LUIS MEDINA , LAURA SANEZ

HACIENDA LA ELVIRA:

Se localiza en la carretera que conduce hacia la población de Macaira, zona de clima húmedotropical, de terrenos escarpados y abundante vegetación alta, condiciones ambientales ideales para el cultivo de cacao y café, productos fundamentales de esta antigua unidad de producción. Consiste en una edificación con planta en forma de "U" cuyos espacios están directamente vinculados con los antiguos procesos productivos de la hacienda. De tal manera, encontramos un núcleo principal de dos niveles; su planta baja esta delimitada por muros de contención de mampostería de piedra que se comunican con el exterior mediante cinco puertas rectangulares con dintel de arco rebajado. Este nivel exhibe letreros pintados en sus muros que dicen: depósito, víveres, quincalla, ferretería, Hacienda La Elvira. El entrepiso del nivel superior lo constituyen tablones de madera, techos a dos aguas con estructura de madera y tejas criollas de arcilla que descansan sobre muros de tapia en un sector, y en otro sector estructura de madera con tabla.

En la fachada de este nivel, destacan dos cuerpos claramente diferenciados; uno con 2 ventanas rectangulares que actúan como balcones protegidos con chapa metálica curva, a modo de antepecho y puertas de doble hojas de madera, y otro que se caracteriza por poseer estructura de columnas y cerramientos de madera, con cuatro ventanas rectangulares protegidas con doble hojas del mismo material. A este nivel se accede por una rampa natural del terreno, ubicada lateralmente hasta llegar a una gran terraza que alberga el patio de secado, de amplias dimensiones.

En torno a este se desarrollan espacios rectangulares de un solo nivel, que poseen techos a dosaguas de tejas criollas y estructura de madera, apoyada sobre un sistema adintelado de vigas de madera y columnas cilíndricas de ladrillo, directamente vinculado con el patio espacialmente. Estas áreas presentan acabados de piso con baldosa cuadrada de arcilla cocida artesanal y otras con piedra natural. En algunos ambientes internos se observan restos de muros que probablemente sostenían maquinarias involucradas con el proceso productivo que ya no existen en el lugar, dejando inconcluso el discurso funcional de estos espacios. En virtud de los ostensibles valores culturales de toda índole que alberga esta antigua casa de hacienda y los terrenos donde se localizaban sus áreas de cultivo, la comunidad local y el país la reconoce como patrimonio.

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